martes, 24 de junio de 2014

Crítica de cine: Run & Jump 2013

Run & Jump es un drama irlandés con una temática gay secundaria, pero presente a lo largo de todo el metraje.


Vanetia es una mujer muy optimista que lucha para volver a la normalidad familiar cuando su marido Connor sufre un infarto cerebral que cambia totalmente su personalidad y capacidades. Un médico estadounidense, Ted Fielding, llega a Irlanda para vivir con ellos e investigar la recuperación y estado de Connor durante dos meses, en los que vivirá con la familia como uno más, grabando y tomando las notas que crea oportuno, a cambio de una ayuda económica. 


La película reflexiona de una manera cruda sobre la situación que se da en este tipo de enfermedades mentales, y hasta que punto la protagonista debe seguir siendo responsable de una persona que ya no se parece a la que estaba en su vida antes que pasase. ¿Es posible un divorcio moralmente? ¿Murió la persona que amaba aquel día, aunque siga estando presente su cuerpo con otra personalidad?


Los dos hijos y Vanetia aprenderán que la amistad es un valor útil, sobre todo cuando Ted comience a llenar el vacío que siente la familia con una persona obsesivo compulsiva que recuerda demasiado lo que ya no es. Una película muy cuidada sobre emociones no expresadas y objetivos no deseados, que piden al espectador paciencia para entrar en una historia donde cada fotograma esconde un paso más en la evolución de los protagonistas.



Lenny, el hijo mayor, lucha con el acoso escolar, una familia que no lo acepta y un padre que no tiene ningún gesto desde el accidente cerebrovascular. Su búsqueda de salidas es poco fructífera, mientras está metido de lleno en la natación, a la que dedica todo su tiempo intentando ocultar sus sentimientos.





lunes, 23 de junio de 2014

El hombre que todo lo ama


Era un hombre raro, algunos aún lo llamarían joven, cuando se ha pasado la treintena no se es nada, pero en el corazón se siente una extraña vejez, esa sensación de ver como los años pasan y realmente no has hecho nada importante, probablemente nunca lo harás.

No nos vayamos del tema con la edad, porque lo importante de su rareza era que le gustaba todo, que había descubierto el arte en cada rincón del mundo, el olor de la vida era arte, el color del alma era arte, el sonido de la luz, el sabor de la madera o el tacto del agua. Todo ello le producía un avanzado estado de nostalgia que le obligaba a recordar y añorar lo pasado, porque nunca lo presente era tan hermoso como lo que ya había ocurrido, nunca el nuevo museo era mejor que el anterior, ni una canción más bella que otra. Su cuerpo no podía sentir toda la belleza del mundo al mismo tiempo y se postraba ante una búsqueda infinita de lo que colmara sus expectativas, del objeto rotundo del arte que cambiara su forma de ver el mundo.

Pasaba la vida oyendo música, los amores de su vida estaban rebosantes, siempre eran compatibles, aunque al final la pasión acababa rompiendo el amor, nadie podía aguantar amar todo, pero amarlo de corazón con el alma. Era fácil que al hombre que todo le gusta amara la música heavy, pero los géneros se acababan, y para él llegaban las rancheras, los tangos o la muñeiras... y la adoración se esfumaba para dar paso a la incomprensión de tener a alguien raro a la batalla.

Ya sabemos que la familia lo acepta todo, los perros verdes los hay en cualquier estirpe, algo asumido y hasta en cierto punto esperado. Pero igual que ésto y que ésta verdad es que la discordia es imprescindible y adjudicado de forma automática. ¡Ay! Pero el hombre que todo el gusta amaba a toda su familia, de hecho amaba hasta al vecino amargado cuyo perro meaba en su portal. Así que sin querer había conseguido apartar a gran parte de su familia, porque no se puede vivir sin posicionarse, el mundo espera una postura y un posicionamiento, porque si no estás a su lado, simplemente no existes, o no interesas, a no ser que sea tu madre.

La política era otro gran problema, entre partidos políticos con escándalos crecientes y algunos ya enquistados, porque ¿Para qué van a crecer más?, nuestro hombre buscaba lo positivo, miraba cada una de las opciones e intentaba sacar lo cortés de cada una, lo más diplomático para que unidos se pudiera crear el ideal, pero en estos tiempos, no era un opción real, cuando el germen de las ideas es ir contra el compañero y la aversión más a los colores que a las ideas.

Estás conmigo o contra mi, la había oído tanto, y tantas veces la había intentado litigar intentando que no se convirtiera en un dogma de fe para odiarle por sentir amor por todo y por todos, que irónicamente había comenzado a apreciar discutir sobre el tema, porque al menos le ayudaba el sospechar que si discutía el universo se enteraba de algo: Que no se resignaba.

Nuestro hombre nunca se resigno, ni a buscar la belleza, ni a aceptar que la masa no la buscaba. ¿Cómo no podían buscarla? No había más en el mundo que eso, era la razón para vivir, un color, una canción o un sentimiento. Con entereza decidió que no iba a dejar que su huella no quedara, y su estela sería eso que dejaría al morir, el arte definitivo, lo que no se pudiera superar, la técnica perfecta, la disciplina suprema, el orden absoluto y la sutileza impecable.

Tenía que encontrarlo, y por ello se decidió a recorrer el globo conociendo toda la creación, conociendo eso que nunca nadie había mirando como debería, porque entre tanto genio, lo que esperaba debía haberse creado, para ser encontrado, seguro que fue engendrado, pero no dio tiempo a explicarlo y mostrarlo para ser adorado por siempre como prototipo eterno, que puede ser copiado, pero nunca superado.

El hombre que todo amaba recorrió todo el globo, vio bellos atardeceres en el desierto, se aturdió con las largas cataratas, lloró con interminables orgasmos con amores extraños, que como dice una canción: Te hacen cínico, pero que él le daban el valor para seguir, sintió el frío y la belleza de la Aurora Boreal, compartió su vida a los pies de montañas inexploradas y aguantó la respiración para no sufrir el síndromes de ciudades tan hermosas como el olor de las infusiones del interior de una casa a la orilla del mar.

Pero todo lo que vio en su vida solo le llenaba de forma momentánea, así que decidió volver a su casa, y así ordenar sus recuerdos y sus historias. Al volver todo seguía igual, nada había cambiado, él seguía siendo raro, el mundo lo veía insólito y lo trataba de manera singular, pero todo daba igual, cuando se iba acercando, se dio cuenta que en todo su viaje, el pasado se había reducido a una cosa bella, a su madre, era lo que echaba de menos, la obra de arte que más ganas tenía de ver, y por primera vez lo que vio en el pasado no era más hermoso de lo que iba a ver en el futuro.

Pero dos años era mucho tiempo, sobre todo en una salud maltrecha, murió, leyendo sus cartas y viendo sus fotos y postales. Un familiar le entregó una carta de su madre, que le dejó ella por si no le daba tiempo a reencontrarse: Espero que consiguieras encontrar lo que buscabas, porque yo lo atisbo cada vez que te recuerdo. Te quiero.

La lluvia irrumpió en su vida y pasó su vida mirando el mar, pensando en el olor de sus manos, la luz de sus ojos, el sabor de su comida, el sonido de sus consejos y el tacto de su corazón. Y entonces comprendió que su madre era aquella obra, y que él era para ella aquello que buscaba. La amargura se apoderó de su corazón y cerró todo su sentir, ahora ya si que nada podría llenarlo, porque ya sabía lo único que podría hacerle feliz, y aquello no existía, se había esfumado, borrado, velado, apagado... hasta no quedar nada.


Si pudiera dar su vida por un segundo con ella, estoy seguro que no dudaría en firmar el contrato con su felicidad, aunque ello fuera lo último que hiciera. Con el viento en su cara el dolor de su esencia no le dejaba respirar, la pena de haberle privado a alguien de su obra perfecta palidecía en sus entrañas. Nunca se lo podría perdonar, por ella y por él, y aunque no lo parezca, destilar las entretelas del pecho, con el tiempo reveló la única verdad, que el fin no era encontrar nada, era convertirse para los ojos de alguien en lo que llenara su retina, y conseguir amar a esa persona como la magnificencia, ya sea gordo, ya sea tu primo, ya sea bizca, ya sea tu hija o ya sea el individuo más fascinante nunca visto en el orbe, ya sea tu amor.

Crítica de cine: Betoniyö (Concrete Night) 2013


Película finlandesa que atrapa desde su comienzo, con una fotografía exquisita, nos muestra las entrañas de Helsinki de la mano de Simo, un chico encerrado en una espiral que simplemente deja que le lleve durante una noche que cambiará su vida.

La cinta se basa en una reflexión sobre la inocencia, encerrada en un delirio visual lleno de metáforas. Su madre y hermano, le acompañan en la historia con un vecino. El hermano de Simo tiene 24 horas de libertad antes de entrar en la cárcel, una noche en la que debe despedirse del mundo que le ha llevado a ella, con la inestimable mirada de su hermano pequeño que lo admira. Ya se supone desde su comienzo que la homofobia manifiesta de él mismo y su entorno esconde algo más.




Pirjo Honkasalo, directora de Finlandia especializada más en documentales, firma la película triunfadora de los Premio Jussi (equivalentes a los Goya en España) en blanco y negro, con unos planos que se estudiaron individualmente durante días jugando con la luz, dejando fuera del metraje horas de escenas eliminadas.




viernes, 20 de junio de 2014

Crítica de cine: Weekend 2011

No todo va a ser literatura gay, hoy vamos con la crítica a una de las películas de temática que más ha dado que hablar en la última temporada.



Weekend es una historia diferente, tanto en su contenido como en su continente. La película nos cuenta una historia de amor sin edulcorar, tan real que los que hemos vivido momentos así no podemos dejar de sentirnos reflejados. La química entre los protagonistas es perfecta, y dentro de la soledad que ambos sienten, consiguen encontrar un lugar que llevan buscando mucho tiempo.

48 horas de planos cerrados, conversaciones sencillas y chispas, en un ambiente frío de la Inglaterra obrera. Con una sencillez que derrocha honestidad se presenta una historia para todo tipo de público, sobre personas, la fugacidad de los sueños y la inestabilidad de la vida.

Altamente recomendable, y una muestra que sin grandes medios se pueden hacer cosas que no dejen indiferente a nadie. Puede que no sea una obra maestra, pero ha abierto una puerta que muchos otros tomarán en el futuro.


jueves, 19 de junio de 2014

¡Viva!

Sin trabajar y más temprano de lo que esperaba, el día se había levantado con un sol intenso que daba un cálido abrazo a la venida de un tiempo nuevo. Era una mañana histórica, y no quise perder la oportunidad de ver en vivo el desfile del nuevo Rey, por lo que fui paseando al salir de casa dejando el discurso en el congreso. Recordando momentos que había vivido con la pasión de su padre por la monarquía, que siempre recordaba que era la garantía de paz para tener atadas a las dos Españas.

Llegando a la Gran Vía, busco algún lugar donde pudiera ver algo, costó encontrar hueco entre la multitud que esperaba un desfile que no quedaba claro como se iba a discurrir. Los colores rojo y gualdo inundaban las calles y tomé mi lugar para grabar en mi retina unos segundos que recordaría para siempre.

Un niña se acercó a mí, me hizo gracia su pinta, con un elegante vestido rosa y una banderita en la mano. La sorpresa llegó al levantar la mirada, cuando vi a Sergio, había quedado con él hacía una semana contactando por Grindr. No tenía fotos en el perfil, pero gastaba un cuerpo envidiable, por lo que me animé a invitarlo a casa para pasar un buen rato. Fue una noche agradable, era simpático y follaba bastante bien, le iba el vicio, cosa que me parecía genial. Habíamos hablado unas frases después, casi tenía confirmado que quedaríamos mañana, cena en mi casa, y polvazo. Me apetecía conocerlo un poco mejor, pero ya se sabe que en este tipo de relaciones es mejor dejar fluir las situaciones sin forzarlas.

La cara de Sergio cambió, de hecho tornó a un blanco similar al de Iniesta en invierno, pero no dudé en acercarme a saludar.

-Hola, ¿Qué tal?- Le dije sonriendo.
-Bien, muy bien. ¿Y tú?- Noté forzadas sus palabras, cuando la niña se abrazó a su pierna y una chica vino a decirle algo.
-Cariño, creo que está a punto de pasar el coche, he leído que es descapotable y va de pie- ¿Era su novia? ¿Mujer? Bueno, da igual, el breve atisbo de ilusión se apagó en mi sin dolor. Rey muerto, Rey puesto, nunca mejor dicho. Ella se colocó al lado al hablarle, esperando descaradamente que me presentara como ese desconocido con el que hablaba.
-Te presento a un compañero de trabajo- No se lo creía ni él, pero la inocencia es bonita.
-Miguel, encantado- Dije yo acercándome a dar dos besos.
-¡Que casualidad encontrarnos! Vente por aquí conmigo, Juan y yo, tenemos una nevera para la espera, llevamos dos horas con la niña para tener una buena visión- Ya poco sorpresa era que le hubiera dicho un nombre falso, el mundo del armario era muy previsible. Sonreí y pasé donde estaban. Me dio una botella de agua que bebí con gratitud.

De pie, estuvimos unos segundos al lado uno de otro, la chica se puso en la barrera con la niña preparadas para ondear al paso de la comitiva, que asomaba al fondo animada por los gritos de los congregados por todo el camino.

-Gracias por seguirme el rollo, siento que te hayas enterado así.
-Cada uno lleva su vida como quiere, no me gusta juzgar.
-¿Sigue en pie lo de mañana?

No pude evitar una sonrisa en mi cara ante tanto descaro por su parte. El gentío lanzo un grito unánime al paso del coche descapotado: ¡Viva el Rey!

Yo solo puede decir ¡Viva!, antes de darme la vuelta y retirarme aprovechando la aglomeración, pensando en si un buen polvo merecía meterse en un lío que le daba la impresión que acabaría regular.






domingo, 15 de junio de 2014

El sexo en las novelas de temática homosexual

He visto muchas opiniones sobre esto, por lo que me he decidido a escribir mis impresiones.

La literatura de temática peca casi siempre de ser homoerótica, no porque lo sea siempre, la razón principal es que son los libros más visibles, y esto es literal, porque no hay género que tenga portadas más obvias que ese. A mi como gay me entretienen, y porque no decirlo, me alegran... No destacan por una gran literatura ni unas historias profundas, pero su función la cumplen a rajatabla.



Luego hay libros con alto contenido sexual, que yo no considero homoeróticos, sus portadas suelen ser más fuertes, pero en esta ocasión la diferencia es que necesitan el sexo para comprender la historia. Si eres sensible para el sexo gay, los dos géneros de los que hemos hablado no son para ti.

Por otro lado, los libros iniciáticos siempre contienen algún pasaje sexual, pero es una cosa lógica si estás contando la historia de alguien que descubre el mundo de la homosexualidad. No tiene sentido un libro iniciático si el protagonista no llega a consumar y conocemos las sensaciones de probar del sexo.



En el resto de historias con personajes gays, pues ya va a elección del autor, sobre todo porque cada argumento es un mundo, durante un polvo pueden ocurrir mil cosas importantes para historia, explicar sentimientos del personaje o evocar recuerdos del pasado.

No en todas la novelas de temática debe haber sexo, yo estoy inmerso en la escritura de una, que toma el sexo con tan naturalidad que no hace falta parar a explicar cada detalle, porque no tendría sentido en el tono de la normalidad que se apoya en otros cimientos. En otros escritos, si lo veo necesario, no dudo en poner a tono a quien haga falta, censura la justa, y autocensura menos.

El mundo editorial es duro, por eso no culparé a nadie por usar portadas subidas de tono, a veces más subidas incluso que el mismo libro, como llamada. Yo personalmente lo veo un arma de doble filo, porque eso hace que el libro vaya muy dirigido a un público específico, pero a la larga evitará en un gran manuscrito un camino mayor fuera de las librerías específicas. Perdiendo el gran  público un buen libro por el pudor a poner esa portada en la zona más a la vista de lecturas recomendadas.

Nueva portada de El corazón embestido

En esta aventura que he comenzado, todo son novedades. El experimento de publicar en Amazon un relato corto para ver su funcionamiento, comienza a dar sus frutos en espera de terminar de revisar textos y novelas para que estén en su punto óptimo para ser leídas.

Pese a que no todas mis historias tienen una temática gay de trasfondo, la mayoría y las más extensas pueden encuadrarse dentro del género de temática.

No tengo clara la demanda en potencia que existe para la literatura homosexual, pero estoy seguro que mucha gente podrá olvidar si sus protagonistas aman al mismo sexo o al contrario, para centrarse en lo importante: la historia.

Espero que os guste más la nueva portada, y sobre todo que sigáis disfrutando de la lectura.


http://www.amazon.es/El-coraz%C3%B3n-embestido-Luano-Chaves-ebook/dp/B00KZ9E0BQ

sábado, 14 de junio de 2014

El corazón embestido YA A LA VENTA EN AMAZON

Un relato de una historia de amor gay, o de amistad, porque los límites son difusos en ocasiones.

En una sociedad controlada por sexo, dinero y mentiras, la búsqueda de la amistad los unirá cambiando su percepción de la realidad. Lo que comienza como un juego de dos desconocidos terminará en un choque de clases sociales y modos de vida. Unas páginas donde se juega una partida con reglas demasiado definidas que se incumplen a menudo, cambiando la percepción de la realidad y del futuro en un retiro que los empuja por un camino caprichoso fuera de su control.

Beltrán vive en un su burbuja de oro donde se planea cada movimiento. Mario es libre viviendo dentro de los límites que solo él impone. Dos piezas tan distintas que están destinadas a no encajar bien rodeados de un mundo más comprensivo de lo que sus miedos les dejan ver.

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Por ahora solo está disponible en versión para Kindle, pero pronto estará en otras plataformas.

La portada provisional


Generación Kindle

Es irónico que comience un blog de un escritor decidido a mostrar su obras únicamente en ediciones electrónicas, pero use la tinta como excusa para la plataforma. Siempre he sido un poco romántico, y siendo un convencido de la generación Kindle aún espero que la tinta caiga de los dispositivos electrónicos recién sacada de un calamar que dio su vida porque el mundo fuera un poco más culto.

Espero cualquier crítica, constructiva o destructiva, no espero vivir de esto, por lo que sentirme despellejado como escritor es algo que deseo que ocurra para sentirme más importante de lo que nunca seré.